viernes, 25 de septiembre de 2015

Venado Tuerto, por Marcelo Scalona



Difícil no soñar con Rimbaud
yendo a Venado
por el taller de escritura.
El sueño del viaje, difícil
no ver el mar en las espigas
en algún parador de la ruta
a Pereda, Tesalio, La Knicks
haciendo dedo
ayudando a terminar la saga
de los hermosos perdedores.
.
Difícil no recordar en Sanford
a mi madre enferma, inundada
en San Genaro, en 1935
sin tierra ni techo, a los seis años
huérfana del padre
siete hermanos
me dijo: -Nene, ese taller
te va a dar de comer un día.
.
¿Cómo no sucumbir
a la tentación de ser otro?
De no regresar o mejor aún
de perderse, con alguien.
Lo de siempre en la preparación del viaje:
libros, discos, frazada
pan y fantasía
vino, combustible
la muda de ropa.
.
Todos los viajes prefiguran
el último, la victoria:
desaparecer como irse
demorarse en otra cosa.
.
.
25-09-2015………………………Marce